Senda de las Pesquerías Reales
Granja de San Ildefonso - Epoca Carlos III
Senda de las Pesquerías Reales tenemos que remontarnos a 1.769, para darle historia al recorrido, época en la que finalizó la obra del Camino de las Pesquerías reales, senda con inicio en la parte Sur del Embalse del Pontón Alto, concretamente en el parking del extremo Oeste del Puente Nuevo de Segovia o Puente de Santa Cecilia, para finalizar en el nacimiento del río Eresma, 12 km río arriba en la confluencia de los arroyos del Telégrafo y el arroyo Minguete, disfrutando pero sin caña, como en su época lo hiciera Carlos III, su corte y la nobleza, sobre el margen orográfico izquierdo del río Eresma con grandes losas de granito y pasos alternativos donde lo requiriera, escalinatas y zonas de ocio para convertir ese itinerario que Carlos III ordeno construir a orillas del río en una espectacular travesía, apta para la práctica de la pesca que tanto le gustaba, por supuesto aprovechó el trazado para montar una serie de puentes con los que vadear el río, zonas de pozas para el baño, y magnificas praderas para el sosiego como los Asientos o la Boca del Asno, finalizando en el Puente de la Cantina también de la época, pero no perteneciente a esta senda, el final aquí es por tema logístico. Un paseo agradable y visualmente espectacular recomendado para todos los públicos.
DESDE: Real Sitio de La Granja de San Ildefonso - Segovia.
ZONA: Montes de Valsaín, Valle de Valsaín, Sierra de Guadarrama – Sistema Central.
DATOS RUTA: Dificultad: Fácil | Desnivel : 200 m | Longitud: 13 km | Tiempo: 4 horas
MATERIAL: Senderismo
OBERVACIONES: Se necesitan 2 coches. - El sendero es apto para todos los públicos.
COMO LLEGAR: A 1.15 de Madrid, el trayecto en coche 80 km, saliendo desde cualquier punto de Madrid buscar la A6 carretera de la Coruña, que no soltaremos hasta el km 39, donde nos saldremos en la salida 39, dirección Collado Villalba - M 601 - Puerto Navacerrada, se abre en dos, nosotros dirección al Pto de Navacerrada, y a unos 12 km estaremos dejando a nuestra derecha tanto el embalse como el pueblo de Navacerrada, la carretera por la que transitamos que es la M 601 no se suelta en ningún momento, hasta alcanzar el Puerto de Navacerrada, aquí debemos continuar recto, que empalma con la CL 601 que llega hasta Segovia, pero entretanto iremos pasando por las famosas siete revueltas, el Puente de la Cantina, la Boca del Asno, área recreativa los Asientos, Valsaín o La Pradera y finalmente llegamos a la Granja de San Ildefonso, a la cual no entramos, y continuamos la carretera dirección Segovia, en menos de 2 km estaremos pasando por encima del Puente Nuevo de Segovia y el Embalse del Pontón Alto, en cuanto lo pasemos y lleguemos a la rotonda, la giramos 90º como si fueramos a Riofrío y podemos acceder al parking que hay en ese lugar, como punto de arranque de esta ruta.
........Enlace Parking Embalse del Pontón Alto - Granja de San Ildefonso con google maps desde cualquier lugar........
RECORRIDO: 09/10/2016
Carlos III, hace 248 años mandó construir esta vereda a base de grandes lajas de granito, allanamiento de terreno, represas, y zonas de relax, hoy Javier (Chasquera), JuanFran (K1) y Antonio (K2) nos animamos a disfrutar como la nobleza y los reyes de este itinerario de la Senda de las Pesquerías Reales, arrancando desde un extremo del Puente de Segovia sobre el Embalse del Pontón Alto, uno de los dos puntos que existen como partida de esta conocida Senda de Pesquerías, (la otra sería desde la Granja de San Ildefonso) para dirigirnos dirección Sur por el Camino de las Pesquerías Reales, ya desde el comienzo bien señalizado y apenas avanzamos unos metros la primera zona de relax con unos bancos y unas inscripciones sobre el río Eresma y el recorrido, el Embalse del Pontón Alto no se encuentra en sus mejores momentos, es más, yo diría que se encuentra en uno de sus peores momentos, estamos en otoño y el agua todavía escasea por la vertiente de la sierra segoviana, además se trata del embalse de menor capacidad de los que gestiona el CHD, el principal destino de sus aguas es el abastecimiento de la ciudad de Segovia, por descontado que en la época de Carlos III no existían estos adelantos, tiene apenas 23 años de vida, bien pues como mencionaba su estado es lunático y apenas un hilo de varios metros de ancho por unos centímetros de profundidad el Eresma llega formando unos curiosos meandros a dicha
presa, seguimos por el sendero bien definido entre un denso robledal y en cuanto dejamos atrás la zona previa al embalse comienza a dejarse ver los primeros llaneamientos del terreno todavía en tierra, hasta alcanzar el original Puente de las Pasaderas, con grandes rocas graníticas alisadas en su superficie al aire, que permite vadear sin riesgos este tramo del río Eresma, unos metros más adelante aparece ya el siguiente puente más moderno con sus pasamanos en madera y de buena construcción que suponemos que por su proximidad le han hecho llamarse igual que el auténtico también Puente de las Pasaderas, no tiene demasiada importancia, pero que sepamos que este último es de construcción moderna.
A partir de aquí, comienzan las primeras señales de la obra ordenada por Carlos III, transitamos por encima de los pequeños muros de granito redirigiendo el curso del río por la orilla izquierda del Eresma, curiosas escalinatas que te dejan a pie de río para que la nobleza no tenga que salvar el arduo desnivel de 1 metro, balcones de varios metros de ancho lisos para la pose de la buena práctica de la pesca, escaleras en roca para superar angostos pasos y hasta muescas sobre grandes rocas lisas para que no pueda existir un resbalón por error y el paso por ella se haga seguro, esta zona mucho más intacta y
menos transitada que la que tenemos desde Valsaín río arriba, tramo tenebrosamente bello, digno de los estudiosos y digno de recrearse en el, llegamos a la Central Hidroeléctrica o Fabrica de luz encargada de la transformación de la energía hidráulica en energía eléctrica, esta energía hidráulica se conseguía gracias a la captación y conducción de agua que consigue la Presa del Salto del Olvido, algo mas arriba.
entretanto y en medio de ambas estructuras nos encontraremos el Puente del Anzolero de aquella época, con un arco central apretado y un ojo de paso en el lateral que permite continuar a orillas del río sin tener que sortearle, por cierto el nombre del puente hace referencia al oficio de la fabricación de los anzuelos para la pesca, seguramente gracias a su importancia, alguien quiso homenajear este trabajo.
Puente del Anzolero
Siguiendo la Senda de las Pesquerías Reales, coronamos la Presa del Salto del Olvido, tratándose de una presa elevadora de nivel, desde donde se conducía durante 1 kilómetro aproximadamente el agua por un canal, elevando al elemento algo más de 50 metros hasta un partidor, por encima de la subestación que vimos antes del Puente del Anzolero, para posteriormente bajar por unos tubos (que todavía podemos ver) ese desnivel hasta la fábrica de la luz y que pudiera generar la energía eléctrica,
Presa del Salto del Olvido
La Presa fue inaugurada en 1.927, para abastecer de agua a las poblaciones de Valsaín y a La Pradera, aunque también se habilito para otra función, como zona de recreo donde existía un embarcadero y un apartado para el baño, pero solo una década después con la GCE hubo un sabotaje sobre ella, y dejó de funcionar parcialmente, y hasta los años 90, no se volvió a rehabilitar para algunos menesteres, como por ejemplo una escala de peces o salmonera que regula el cauce del río además de permitir a los peces salvar la construcción que es transversal al río y de otra manera no podrían continuar río abajo, hoy en día siguen las obras de rehabilitación en esta presa con salto por el dique norte de 15 m de altura, por su extremo norte dispone de una caseta para los obreros y mantenimiento, además de un pequeño salto de agua sobre su lateral izquierdo según se mira desde abajo y desde su vertiente norte.
Puente de Valsaín
Al Fondo las ruinas del Palacio de Valsain
Dejamos la Presa y cogemos unos metros más arriba el sendero que sale a izquierdas entre jaras las cuales se empeñan en querer cerrar, pero los transeúntes no las dejan, llevándonos hasta el Puente de Valsaín, desde donde tenemos una bonita estampa tanto de su paso por la zona del río Eresma, como de la población de Valsaín y sobre ella destacando las ruinas del Palacio de Valsaín o Casa Real del Bosque (en otra época), terminada la parte principal de su construcción en 1.556 (final del reinado de Carlos I) aunque las obras siguieron hasta el 1.562 cuando ya lo comenzaron a ocupar la Corte de Felipe II, convirtiéndose en su habitual estancia otoñal, aunque las remodelaciones siempre estaban vivas, hasta que las llamas en 1.682 lo destruyó, quedando parte de él en ruinas, todavía podemos contemplar a lo lejos la Torre Nueva, y en su parte trasera la Casa de los Oficios, hoy en día solo aprecio la Torre Norte, el resto son edificaciones rehabilitadas como viviendas por las gentes del lugar, mucha historia aquí que no podemos resumir en unas líneas. Puente de Valsaín, que por cierto fue construido en el siglo XVI, diríamos de la época de Felipe II, muy anterior a la época de Carlos III que ya se lo encontró aquí, lo atravesamos y unas escaleras metálicas nos da acceso a la Pradera del Navalhorno.
Pradera de Navalhorno a orillas del Eresma, tramo entre el Puente de Valsaín y el Puente de los Canales, único del recorrido que haremos por el margen derecho del río, una ancha senda entre veteranos robles que nos conducirá hasta una de las represas que mandó construir Carlos III, que oxigenaba el agua para la cría de truchas, una fuente que en ninguna época del año deja de ofrecer agua al transeúnte, el cañito de San Pedro, unos metros más adelante nos encontraremos con el Puente de los Canales, (posiblemente época de Carlos I) con clase y estilo, eso sí rehabilitado, un arco amplio central por que atraviesa el Eresma en su vertiente norte se puede apreciar en una roca central el escudo real, y veintisiete magníficos pilares soportando una canaleta por la que transcurre el agua, que se coge del Arroyo de Peñalara y que por uno de sus extremos, atraviesa un ancho muro hacia la pradera de Valsaín, ascendiendo por un caz hacia la zona alta para luego descender a la población de Valsaín, exactamente a la zona del antiguo Palacio de Valsaín al que abastecía, una verdadera joya, para más detalles visitarlo.
A pesar de la escasez de agua por el río, algunas estampas son dignas de visualizar, dejamos el Puente de los Canales, primero por el Puente de Peñalara, para seguidamente cruzar por otro moderno puente en madera que nos dejará en la orilla izquierda del río y de nuevo en la Senda de las Pesquerías Reales, los pinares de Valsaín ya van reclamando su territorio, los alisos dejan sus ramas colgando para que los que transitamos por allí sepamos que existen, comienza el tramo del río Eresma donde más deja notar, tramos anchos de aguas mansas con tramos estrechos enrocándose en saltos y formaciones rocosas curiosas, de aquí por la Vuelta de los Perales hasta enfrentarnos al área recreativa de los Asientos, que ya adaptó Carlos III, hoy dispone de unas 150 plazas de coche además de un amplio terreno donde hacer buenas meriendas en familia a orillas del río, éste transcurre por la cota más baja del Valle de Valsaín, y perteneciente a la Cuenca del Duero con una no desdichable longitud de 134 km.
Área recreativa los Asientos
El próximo 1.5 km sin sobresaltos ni ningún punto concreto a destacar, más que la propia senda entre espesa vegetación, disfrutando a orillas del río del suave ruido del tránsito de sus aguas, ya vemos al fondo, el Puente de Navalacarreta de 1.778, por lo tanto también de la época, puente de tres ojos, con tamaños diferentes, uno a izquierdas pequeño para peatones, el central grande y de la derecha por el que pasaremos, rellenado con un refuerzo dejando un ojo de pequeño tamaño para personas, antiguamente este ojo era casi igual de grande que el central por el que la caballeriza podía pasar sin tener que agacharse, visto en fotos realizadas por un anónimo en 1905 lo atestiguan.
Puente de Navalacarreta
Peña la Barca
Continuamos a la vereda del río y se va estrechando, señal que pronto estaremos en la Boca del Asno, aunque previamente todavía veremos una curiosidad más de este recorrido la llamada Peña la Barca por su forma y porque en su parte alta alisada por tantos y tantos que la habrán hollado en un extremo todavía se conserva en labrado el escudo real, seguimos y llegamos a la cara norte de la Boca del Asno, precisamente debido a esta zona estrecha de grandes rocas graníticas entrecruzándose es a la que dicen que se debió su nombre, pudiéndose haber llamado de cualquier otra manera, ascendemos unas escaleras modernas con sus posamanos para alzarnos sobre algo más de 15 metros sobre el desfiladero norte como si de un mirador se tratara pero que por contrario no permite apenas ver la zona baja del río, continuamos unos metros y bajamos al Puente de la Boca del Asno, puente que lo único que se parece al original, es que está situado en el mismo sitio, poco mas, el original todo en piedra y algo más pequeño, ahora tenemos uno moderno sobre pilares en los extremos y una segura pasarela de madera que los une, en la orilla derecha del río aunque seguro que Carlos III también hacia sus paraditas, pero realmente cuando se habilito para el ocio esta zona fue con la inauguración en 2004 del área recreativa de la Boca del Asno, con una capacidad para vehículos de 80 plazas.
Puente de la Boca del Asno
Dejamos a nuestra izquierda el área recreativa de la Boca del Asno y seguimos por el camino de las Pesquerías Reales, río arriba por el que continuamos apreciando la impronta de Carlos III acotando el cauce del río, el transito se realiza por la combinación de tramos rectos largos donde el río se explaya, con estrechamientos donde los grandes bolos graníticos quieren invadir el discurrir del agua, estampa de ensueño entre inmensos pinares, llegamos a lo que era el Puente de los Vadillos, y digo bien con que era, pues ahora solo los pilares al descubierto es lo que queda, la pasarela de madera ha desaparecido, el año pasado existía, nos resignamos a no poder disfrutar mas que de sus pilares, continuamos a la zona del mismo nombre Los Vadillos, punto donde se une al río Eresma el Arroyo del Puerto del Paular y el Arroyo Minguete, aquí encontramos dos pequeños puentes de madera modernos para el cruce de ambos arroyos que se abre en Y, nosotros continuaremos por el del Miguete, que según los entendidos se adentraba Carlos III, para unos metros más arriba usar para el baño un par de pozas bien protegidas, con profundidad perfecta para esta práctica, conocidas como los Baños de Venus, encima entre rocas y con escalinatas por ambos lados una fuente, si ahora lleva agua, significa que llevará todo el año.
Restos del Puente de los Vadillos
Continuamos nuestro trazado entre el espeso pinar y el inmenso manto verde que todavía mantienen los infinitos helechos del lugar, hasta llegar a una gran losa de granito que hace las veces de puente sobre el arroyo Minguete, seguimos ensimismados con el paisaje como si de un bosque encantado se tratara, hasta alcanzar el último puente moderno de madera que cruzaremos sobre el mismo río, que dicha senda nos colocará en el asfalto de la GR-10.1, retrocederemos unos metros atrás, para ver el último punto del recorrido de las Pesquerías Reales que se cree hasta el que llegaba Carlos III, el puente del Telegrafo, punto donde se une el arroyo del mismo nombre con el arroyo del Minguete.
Puente del Telegrafo
Desde aquí un paseo militar hasta el Puente de la Cantina donde dejamos uno de los coches, puente de un solo arco de medio punto, rehabilitado posteriormente manteniendo su original estructura, construido también por orden de Carlos III en 1778 y aunque no tiene nada que ver con la Senda de las Pesquerías Reales, si con su autor. Finalizamos fotografiándonos delante de la conocida Fuente de la Canaleja, en otra época Fuente del Peñón, la verdadera fuente de la Canaleja se encuentra más arriba entre la arbolada, desviando sus aguas hacia esta mucho más monumental y atractiva para el visitante.
Puente de la Cantina Fuente de la Canaleja
Senda de las Pesquerías Reales ordenada construir entre 1768 y 1769 por orden de Carlos III, llamado también "El Mejor alcalde de Madrid" mando construir en el margen izquierdo del río Eresma una magnifica calzada, convirtiendo el curso alto del río en un cómodo y tendido recorrido de unos 12 km, con intención de disfrutar en las mejores condiciones posible de su afición y pasatiempo como era la pesca, 10 años después en 1778 Juan de Villanueva (arquitecto real) diseñó la carretera que une Navacerrada con La Granja de San Ildefonso, pasando por el puerto de Navacerrada, toda esta zona de Valsaín es territorio de nobles, primero los Austrias allá por 1400 y pico y después los Borbones a partir de 1700, todos fueron dejando sus improntas en este bello territorio. Sobre 1450 el Palacio de Valsaín como refugio de caza en época de Enrique IV, y sobre 1562 Felipe II ocupa estas instalaciones reformadas como un verdadero palacio que denomino La Casa del Bosque, en 1682 reinando Carlos II un incendio lo destruyó parcialmente, y en vez de volver a rehabilitarlo, en 1721 Felipe V decide ocupar (comprando a los monjes) la Granja de San Ildefonso, que en 1724 ya habían adaptado y transformado en un espectacular palacio de retiro de la Corte, que por cierto quien lo comenzó a disfrutar fue Luis I, ahora bien la configuración actual de la Granja de San Ildefonso la adquirió con el reinado de Carlos III. Después de algo de historia y de más de un par de centenas de años sigue mereciendo la pena recorrer con los ojos actuales esta lujuriosa senda que es el Camino de las Pesquerías reales, donde en muchos lugares se deja entrever la historia pasada.
Toda la información publicada en estas paginas son propiedad de Losk2delaskumbres, prohibida la reproducción total ó parcial sin autorización, sujeto a derechos de autor.